El Manchester City derrotó 2-0 al Barça en su estreno en la fase de grupos de la UWCL gracias a los goles de Layzell y Khadija Shaw, en un partido en el que las azulgranas no estuvieron cómodas en ningún momento
Manchester City 2 – 0 FC Barcelona
El himno de la UEFA Women’s Champions League ha vuelto a sonar alrededor de los estadios europeos para dar un nuevo inicio a la competición. Y sin duda, el encuentro del grupo D entre el Manchester City y el FC Barcelona en el Joie Stadium era uno de los más esperados de esta primera jornada. Un partido en el que ambos equipos estaban obligados a empezar bien el campeonato, por lo que tanto Pere Romeu como Gareth Taylor sacaron sus ‘XI de gala’. Romeu, con un 4-3-3 en el que aún sigue probando a jugadoras, colocando a Alexia en el extremo zurdo del ataque. Taylor, por su parte, otro 4-3-3 con figuras como Hemp, Jess Park, Bunny Shaw o Miedema que podrían hacer mucho daño a las culés.
El City se lo pasó bien en el área culé
Los primeros minutos del encuentro fueron de las culés, en los que les dio tiempo a aprovechar algún hueco por el lado derecho tras el que Graham tuvo una oportunidad clara en un mano a mano contra Yamashita tras un pase perfecto de Alexia. Pero las sensaciones buenas duraron apenas cinco minutos hasta que Bunny Shaw empezó a acechar la portería de Cata Coll.
La intensidad ‘citiyzen’ comenzaría en ese punto y no acabaría en ningún momento de los 45 minutos. Las culés no eran capaces de jugar el esférico fuera de su propio área hasta el punto de que Cata Coll tuvo que actuar varias veces, siendo una de las salvadoras, deteniendo varios disparos de las azules y aguantando la presión alta de jugadoras como Jess Park, de quien se deshizo magistralmente gracias a su buen juego de pies. La joven inglesa, además, fue una de las que más se hizo notar en el área azulgrana con varias oportunidades claras de gol, una de ellas con un golpeo perfecto tras un tacón perfecto de Hemp, que finalmente Cata mandó a córner. Un saque de esquina de Mary Fowler que se preveía peligroso y que, efectivamente, Layzell convirtió en gol.
Tras el tanto, la zaga de Manchester siguió generando situaciones de peligro constantes y dio varios sustos a las culés, como otro chut de Lauren Hemp que fue directo al palo, mientras que el Barça no parecía tener línea defensiva ni centro del campo. En el mediocampo, Patri Guijarro, Aitana y Walsh, piezas clave blaugranas, apenas aparecieron. Y en el muro defensivo, sólo se podría destacar la actuación de Ingrid Engen, que, con todo el trabajo que tuvieron, evitó que los sustos se triplicaran. Y aunque Ona Batlle también tuvo alguna actuación importante, los laterales por lo general fueron una vía libre para las ‘cityzens’ para continuar su acecho.
Las culés despiertan, pero no lo suficiente
En más de un partido, las culés han empezado perdidas o descolocadas, y en el tiempo de descanso algún reajuste, ya sea mental o táctico, las ha hecho acabar con victoria, como pasó en la última jornada de Liga F contra el Madrid CFF. Sus seguidores se aferraban a esas experiencias y aún quedaba esperanza para una remontada.
Lo cierto es que el Barça empezó encontrando esa salida de balón que le faltó en la primera parte para avanzar en el campo hasta la portería de Yamashita. Las que más peligro generaban fueron Alexia y Caroline Graham, si bien aún faltaba ataque en la zaga culé. Romeu optó por incluir a Claudia Pina en el juego y la joven de Montcada i Reixac, con las pilas enchufadísimas, fue el toque de intensidad que le faltaba al Barça. Se atrevió con varios tiros desde dentro y fuera del área y el empate culé se intuía cerca, aunque jamás llegó.
La sentencia del City llegaría en el minuto 76, cuando el centro del campo culé desapareció -aunque ya llevaba oculto casi la totalidad del partido- y Layzell vio una oportunidad perfecta para asistir con un pase en largo a Shaw desde la banda derecha. El balón pasó por encima de las defensas catalanas, dejando a la jamaicana sola en un mano a mano ante Cata, que no pudo hacer más en la jugada y el balón acabó dentro de la red y convirtiéndose en la sentencia de la victoria inglesa.