Vuelve la competición deseada del Barcelona. Ese trofeo que tantas vecen han tenido al alcance para alzarlo, pero que tan solo una vez lo han podido levantar en las tres oportunidades. El estadio ha sido el ideal para un partido de ida de cuartos de la Champions: el Estadio Olímpico de Roma. El coliseo romano abría por primera vez las puertas a su equipo femenino y los aficionados no fallaron. Unos 40.000 italianos no quisieron faltar a la cita en la que ha sido la primera participación de la Roma en la competición europea.
Tras la contundente victoria contra el Valencia y las jugadoras que jugaron sobre el césped del Johan Cruyff, las cuales fueron las que no cuentan con tantos minutos en la temporada, Jonata Giráldez sacó a relucir uno de sus onces de gala. Sin tocar la defensa, Mapi León y Paredes acompañaron a las laterales Bronze y Rolfö. En el centro del campo, con la baja de Alexia, el gallego no cambió a Patri, Aitana y Walsh. Donde sí hubo cambios fue en la zaga ofensiva. Con la baja de Pina, Salma Paralluelo ocupó su lugar, acompañando a Oshoala, liderando el gol, y Graham Hansen el otro extremo.
El Barcelona no empezó como lo suele hacer. Las azulgrana ya estaban avisadas del partido liguero con el gol tempranero del Valencia, que rompieron la racha de imbatibilidad que lucían desde noviembre. Con la advertencia señalada, las de Giráldez no defraudaron y anotaron tarde, pero lo hicieron. Fue el primero y el único tanto en Roma. Se lo sumó Salma Paralluelo, que además de estrenarse como goleadora en Champions tuvo el privilegio de ser la primera en marcar en el Olímpico de Roma. Recibió un pase de Patri, controló con la zurda y con la misma pierna le pegó la delantera española desde el balcón del área para superar a la guardameta rival con un disparo ajustado al lado izquierdo.
El encuentro ya había cogido forma y las jugadoras del conjunto catalán habían incrementado los números en los lanzamientos a portería. Tuvieron sus intentos Graham Hansen que, con un recorte que dejó en el suelo a la central de la Roma, casi marca. También chutó Oshoala, que haciendo su función de delantera centro, tuvo pocas ocasiones de cara a puerta.
Pero el partido fue de más a menos al acercarse su tramo final. El Barcelona estuvo asentado en el resultado y una maravillosa Ceasar evitó una goleada azulgrana en el estreno de las italianas en el mayor estadio de la capital. Las de Giráldez, cómodas con el marcador, dejaron atacar al conjunto romano. Fue Paños quien tuvo que salvar los muebles a las catalanas. Los últimos minutos fueron de dominio marrón: atacaron y chutaron, cuyos tiros dejaron imágenes para la galería de la guardameta española, que voló en algún lanzamiento para evitar el desastre.
El Barcelona forma parte de la historia de la Roma femenino. En el estreno del Olímpico, las azulgrana han sido las únicas que han marcado en él. Ahora toca recibirlas en el Camp Nou.