Las futbolistas españolas ganaron frente a las inglesas en un encuentro difícil, pero con la posesión en el terreno de juego y siguiendo la misma línea que contra Alemania
Inglaterra 1 – 3 España
El fútbol femenino español está licenciado a soñar. La victoria frente a Alemania el pasado domingo permitió a la selección española sub-19 volver a pensar en traer de vuelta la copa del Campeonato Europeo, al igual que sucedió hace un año en Lovaina.
Las jugadoras de Sonia Bermúdez se vieron las caras con Inglaterra en la semifinal de la competición en el estadio Marijampolėje (Lituania). Un rival que no se despega del combinado español, pero que tampoco puede con él, ya que tanto la final del Mundial Femenino, como la final de la Eurocopa masculina, y del Europeo femenino sub-17 la disputaron contra ellos. En todos los casos, con victoria española.
Dominio del terreno de juego
Los primeros 45 minutos fueron favorables para el conjunto español, que tomó la posesión del partido desde su comienzo y les llevó a una primera ocasión en el segundo 45 por parte de Marisa García. Las futbolistas se enfrentaban a un equipo muy físico en el terreno de juego, por lo que necesitaban volver a encontrar el “ritmo de balón y la movilidad”, según indicó la seleccionadora Bermúdez en la previa al partido.
Así pues, las inglesas se encontraron con varias amenazas en la línea ofensiva española, entre las que destacaron Paula Comendador en la banda izquierda buscándole las cosquillas a Ria Bose, y Daniela Agote en la banda derecha. Y es que el juego se disputaba sobre todo por ambos lados, debido a la dificultad para realizar el remate de forma directa contra la defensa anglosajona.
De esta manera, fue en el minuto 25 cuando la valencianista Ainhoa Alguacil hizo un envío a la espalda de la extremo Agote, que regateó a la portera y anotó el primer tanto de la Selección Española. No obstante, la reacción de las de John Griffiths fue encerrar a las de Bermúdez en su campo, provocando varios minutos de asedio en el equipo.
Sin embargo, esto no les hizo cerrar la lata y continuaron persiguiendo su objetivo hasta el último minuto con el gol de la más pequeña del grupo, Comendador. Fue a la salida de un córner cuando remató sola la extremo, pero la guardameta Katie Cox bloqueó el disparo. No obstante, la madridista recogió el rechace y culminó la jugada con un toque sutil que les dio el 0-2 al final de la primera parte.
Nerviosismo, pero con control
El comienzo del segundo tiempo fue atropellado para el combinado español, ya que debido a un fallo de la defensa recibió el primer tanto de Inglaterra con un disparo de Mia Enderby nada más salir al terreno de juego. Tal y como anotó el segundo entrenador Julen Itxaso en la previa del encuentro, el conjunto inglés es un equipo “muy fuerte y vertical” y necesitaban “mantener las vigilancias defensivas”.
La protagonista del gol de Inglaterra se convirtió en una amenaza para España, creando situaciones de mucho riesgo a través del juego diagonal. Aun así, a pesar de no conseguir posesiones largas, la centrocampista Alguacil reapareció en el minuto 69 para realizar un pase interior hacia Daniela Arques, que terminó en la escuadra derecha de la portería de Cox, anotando el tercer gol español.
A partir de ese momento, la selección española volvió a coger las riendas del partido y superó a Inglaterra en el terreno de juego, generando diversas ocasiones que habrían podido anotar el cuarto. Además, a pesar de los signos de cansancio, Agote continuó sacando de sus casillas a Cerys Brown en la banda derecha.
Las de Griffiths no pudieron con la amenaza de España, que jugará su tercera final consecutiva de la Eurocopa sub-19 el próximo sábado 27 de julio, con la esperanza de volver a traer el trofeo a casa.