Se suele mencionar que lo verdaderamente complicado no es alcanzar la cima, sino permanecer en ella. En el caso del Barcelona, que inició su participación en la Champions League con un triunfo frente al Benfica (5-0) en el estadio Johan Cruyff, se enfrenta al desafío de defender por primera vez el título continental obtenido el año pasado. Para lograrlo, tendrá que superar un trayecto de once encuentros que debería concluir el 25 de mayo en San Mamés, una travesía que empezó de manera exitosa y con protagonismo para Alexia Putellas, quien anotó dos goles y fue sustituida en el descanso debido a molestias en la rodilla izquierda.
Mientras algunos de los presentes ayer, aquellos menos previsores, aún se acomodaban en sus asientos en el Estadio Johan Cruyff, el Benfica salió al campo lleno de ilusión y valentía, decidido a poner en aprietos la portería azulgrana con un inicio explosivo que sorprendió a todos. Aunque Cata Coll no sufrió sobresaltos importantes, el simple hecho de que el oponente haya generado más de tres oportunidades de llegar al área ya es poco común en ‘Can Barça’.
Giráldez había anticipado que haría cambios considerando el Clásico del próximo domingo. Estos ajustes, sumados al arrojo del Benfica que no cedió el balón y presionó alto, modificaron el desarrollo previsto y fueron las portuguesas quienes generaron las primeras ocasiones de peligro. No obstante, el Barcelona es el Barcelona y, en su primera oportunidad clara, abrió el marcador. Fue Alexia, una vez más desempeñándose como falso nueve, quien aprovechó un rebote tras el disparo de Hansen para anotar de cabeza.
Justo cuando se estaba saboreando este gol, surgieron las alarmas por la lesión en la rodilla izquierda de la capitana azulgrana, que había sido intervenida quirúrgicamente. Tras una breve consulta con los médicos y un rápido chequeo en la banda, volvió al juego. Mientras tanto, el equipo generaba más peligro y la asistencia de espectadores ascendía a 4,536. Incluso se permitió driblar a Silva con un taconazo dentro del área propia, demostrando la confianza que posee.
La conexión entre Hansen y Aitana sentenció el partido. La noruega asistió y la ganadora del Balón de Oro finalizó, primero cerca del descanso con un magnífico regate a su marca, y luego al comienzo del segundo tiempo. El gol más destacado de la noche estaba por llegar y Oshoala se encargó de materializarlo dos minutos después de ingresar al campo. Una jugada titánica de Graham para recuperar el balón en ataque, un centro al área pequeña y un remate acrobático de chilena por parte de la nigeriana, que levantó al Johan Cruyff de sus asientos.
Otra gran noche en el Johan Cruyff para añadir al historial, y la atención ya está totalmente enfocada en el Clásico. El domingo será el momento de trasladarse a Montjuïc. El Real Madrid llega y las azulgranas desean seguir imponiendo respeto en Europa; una victoria contundente sobre el eterno rival sería un mensaje adicional. Y si es con Alexia, mejor aún.