El 20 de mayo de 2018 los atléticos despedimos a uno de nuestros últimos símbolos. El Metropolitano lloró a Fernando Torres, canterano del club que llevó las rayas rojiblancas allá donde fue. Todo esto lo cuento porque el hace unos días, de nuevo, me quitaron una parte más del escudo de mis amores.
Mucho más que una jugadora
Cuando empecé a seguir al Atlético de Madrid Féminas (como se llamaba en aquellos años) había a una jugadora que destacaba por encima de otras. Era rubia, pelo corto y con el 10 a la espalda, además, llevaba el brazalete, ella era Amanda Sampedro. Percibí que ella representaba a este equipo más allá de lo deportivo, que sentía esta pasión como los 14.000 que estamos alentando a la sección femenina en el Calderón. Sin ella, la historia del Atlético de Madrid Femenino no tendría sentido. Más de 20 años en el club, siendo icono, leyenda y la mejor influencia que una niña con ganas de jugar al fútbol puede tener.
Ella ha estado en las buenas, pero también en las malas. En 2017 se ganó la primera Liga, pero dos años después hicimos historia porque llevábamos 3 consecutivas. Hicimos historia llenando el Metropolitano para verlas, y ella estaba allí. También estuvo en Granada, cuando perdimos la Copa de la Reina, y ha estado en los últimos años, cuando los cimientos del equipo temblaban por no perseguir el objetivo de subir un escalón más al equipo, pero repito, ella siempre estuvo ahí.
Cualquier colchonero sabe quién es Amanda, y ninguno entendió el adiós repentino. Una jugadora que debutó en el primer equipo con 14 años, y cogió la capitanía con 18. Más de 400 partidos sintiendo una filosofía. Pero la realidad es que, los que estamos dentro de este mundo sabíamos que podía suceder, que las historias de amor a veces no son correspondidas, que dicho de otra manera, no ha habido oferta de renovación. No dar crédito, no imaginar a nuestra capi con otros colores, con otro escudo. Sabemos que llegará el día que firme otro contrato, pero que lleve la camiseta que lleve, el escudo del Atleti lo llevará grabado en el corazón.
Día 8 de mayo, llegó el día del adiós. Nos despedimos de la máxima leyenda que ha tenido y tendrá el Atleti Femenino. Con ella se fueron Laia y Meseguer, estandartes de la época dorada y dos jugadoras que por circunstancias muy diferentes tienen que abandonar. La diferencia con Amanda es que los aficionados sabemos que ella no ha tomado esta decisión, que no quería irse y ella misma lo dijo.
Al igual que en 2018 Torres habló frente a un estadio que le adora, Amanda hizo lo mismo. Mismo sentimiento, mismos valores y misma situación. En la vida hay ciclos que terminan, y ayer lo poco que quedaba en el Atleti femenino se fue con ella. Alcalá no será lo mismo sin ti. Eternamente agradecida por todos los atléticos, leyenda rojiblanca.